La exigente caza sobre la Perdiz Roja autóctona en nuestro coto es un auténtico
lujo, sobretodo si se disfruta de un buen perro para levantar a las
escurridizas patirrojas monteras que pueblan el área de caza.
La ayuda de nuestro fiel compañero de caza se vuelve totalmente imprescindible cuando hablamos de cobrar pájaros
alicortados entre romeros y pedregales que exigen al can que demuestre sus
cualidades de buen perro cobrando aves que se las saben todas para
intentar huir. Cazar perdices en nuestro coto es una auténtica reválida para cualquier perro de caza que se precie.